La presente investigación centra su atención en el análisis de las relaciones existentes entre los poderes Ejecutivo y Legislativo bajo regímenes presidencialistas, tomando como estudio de caso, a la República del Perú durante el segundo mandato de Alan García (2006-2011). Se entiende necesario, a la vez que enriquecedor, el debate en torno a la separación de poderes, el control efectivo de los ejecutivos y el rol que desempeñarían hoy día los partidos políticos. Asimismo, la configuración del sistema de partidos peruano, así como de la fortaleza e institucionalización de los mismos podrían afectar a ciertas capacidades que se entenderían básicas para todo partido político.

Para llevar a cabo esta reflexión, se analiza la composición partidaria tanto del Legislativo como del Ejecutivo, los apoyos parlamentarios que el Presidente obtiene y las conductas que él mismo tiende a desarrollar hacia los grupos parlamentarios en los proyectos e iniciativas de ley. Es decir, se intenta responder a la pregunta de en qué medida, bajo un régimen Presidencial, el sistema de partidos condiciona las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo,sin perder la perspectiva en lo que a fortaleza partidaria del Ejecutivo, actitud gubernamental en el Legislativo (tendencias a consensualismo, mayoritarismo) y cultura y calidad democráticas se refiere.

Con ello, se pretende enriquecer el debate en torno a estas instituciones y su diseño, así como a la discusión sobre la aparente tendencia del régimen presidencial a los liderazgos exacerbados y al hipotético debilitamiento de las cámaras legislativas.