La literatura académica sobre los efectos de la represión del gobierno o las sanciones ejercidas por el Estado en la protesta ha establecido que las respuestas dependen en gran medida del contexto particular. Esto significa que ante una amenaza en el aumento de la represión por protestar las personas han aumentado su actividad política, se han retractado o han combinado ambos tipos de respuesta de una forma estratégica. Este artículo contribuye a esta literatura trayendo el debate al contexto actual de la represión de la protesta en España en tiempos de crisis económica. El enfoque propuesto se centra en los mecanismos individuales que explican las respuestas ciudadanas, con lo cual amplia los hallazgos previos en tres formas: (1) se centra en formas de protesta no violenta en contextos democráticos; (2) estudia el rol de las actitudes hacia la protesta y emociones como el miedo y la ira; y (3) examina el efecto contextual de las percepciones públicas sobre el derecho a la protesta y la seguridad. El diseño experimental aprovecha la situación política actual en España, donde los cambios a la Ley de Seguridad Ciudadana (Ley de Protección de la Seguridad Pública) y el Código Penal están actualmente bajo revisión parlamentaria. El proyecto, conocido comúnmente como Ley Mordaza (Ley Mordaza) ha sido ampliamente cuestionado por su impacto potencial sobre el ejercicio del derecho de libertad de expresión y de reunión.

Se espera que una política que amenaza el statu-quo de los derechos de manifestación genere en los individuos una reacción de confrontación. El experimento aporta evidencia sobre en qué medida la percepción de ilegitimidad de la represión influye positivamente sobre la disposición a manifestarse y sobre las actitudes hacia repertorios de protesta transgresores. Se espera que las reacciones de miedo e ira frente a la amenaza aumenten la intención de participar en acciones contra la ley mordaza y que los individuos se involucren directamente en actividades online de la campaña contra la ley, tales como firmar peticiones y difundirlas por las redes sociales.