El periodo 2005-10 es de gran interés en las relaciones Euromediterráneas, y, de manera especial, para la consolidación de una relación privilegiada entre la UE y Marruecos. Este lapso de tiempo podría considerarse como un corto ciclo en las relaciones euromediterráneas entre dos coyunturas críticas (Collier, 1991 ;Page, 2006): La primera provocada por la implosión que supuso la llegada de la Política Europea de Vecindad (PEV) cambiando las lógicas pre-existentes de la relación política y las segunda provocadas por la llegada del fenómeno de las primaveras árabes.

 En este contexto, ¿sería realmente correcto hablar de coyunturas críticas? ¿Qué efectos han tenido estás para Marruecos en su relación con la UE?

Kausch (2008) y Gillespie (2005), entre otros, consideran que durante este periodo Marruecos ha conseguido consolidar una relación de privilegio con la Unión Europea y en este artículo pretendemos analizar hasta qué punto esa relación podría ser considerada como privilegiada. Con este propósito, examinamos las dinámicas existentes detrás de los procesos de toma de decisiones. Pondremos el foco en algunas áreas políticas de especial relevancia estratégica que agruparemos en dos grandes bloques: En primer lugar, promoción de la democracia y de los derechos humanos y, en segundo lugar, seguridad y migraciones. Nuestra investigación destacará el rol de los diferentes actores políticos implicados y, de manera especial, las estrategias marroquíes para aumentar su capacidad de influencia en los procesos de toma de decisiones.

 Los principales hallazgos de este artículo son la confirmación empírica de la existencia de una relación privilegiada entre Marruecos y la UE y la identificación de algunas claves que explican esta situación. Por otra parte, también apreciamos que la cooperación de Marruecos de cooperación en los ámbitos de migraciones y seguridad ha tenido un mayor impacto en la consolidación de esta relación de privilegia que sus cuestionables progresos en democracia y derechos humanos.