Las relaciones entre Maquiavelo y la institución eclesial siempre fueron díficiles, sobre todo a partir de la inclusión de la obra del florentino en el Índice del Santo Oficio. No obstante, la llamada a la unidad y conquista de Italia, por un Príncipe italiano, que cierra El Príncipe, parece implícitamente recogida en muchas de las actuaciones del máximo representante de los Estados Pontificios a lo largo de los siglos posteriores. Igualmente, muchas decisiones particulares o individuales de los Papas, parecen estar marcadas por ese pasaje. Este trabajo lo que pretende es mostrar, como se ha ido configurando o produciendose las relaciones históricas entre el pensamiento de Maquiavelo y la praxis de la Iglesia hasta llegar a la actualidad. No hay que olvidar que, entre los actos fundantes del Principado, el Secretario ubica en concreto en la fuerza de la Iglesia la capacidad de generar Estados eclesiásticos, acudiendo tanto a las armas como a la bondad y otras muchas virtudes, que la harán más poderosa y venerable.