El contexto europeo ha promovido  a lo largo de los últimos años un marco de oportunidad política para la democracia participativa dentro de la acción gubernamental, dando lugar a cambios en la interlocución entre gobierno y ciudadanía través del desarrollo diferentes mecanismos, entre ellos, jurídicos. Como consecuencia, durante los últimos años el País Vasco ha conocido una rápida expansión de todo tipo de prácticas y experiencias de participación ciudadana.

Dentro del impulso normativo llevado a cabo en la comunidad autónoma,  destacan el nuevo proyecto de Ley de Administración Pública, inserto en el desarrollo del modelo de “Gobierno Abierto”, promovido por la Lehendakaritza, y la Norma Foral 1/2010 sobre Participación Ciudadana de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Dado el escaso recorrido tanto de la Norma como de las políticas, no es pensable que sus impactos o resultados sean notorios y evidentes en relación a ciertos aspectos cómo la profundización y mejora de la calidad democrática, el empoderamiento ciudadano, o la equidad de acceso e influencia en los espacios de participación.

Sin embargo, través de los diversos enfoques teóricos que acompañan la aplicación de las políticas de participación en el País Vasco y la evaluación de  políticas y mecanismos concretos, podemos adelantar algunas de las características de los diferentes  modelos de ciudadanía política que persiguen, al igual que comenzar a valorar los procesos de los que derivan desde una perspectiva crítica feminista.