La historia contemporánea argentina ha estado marcada, en su dimensión política, por la emergencia del peronismo, en la década de del cuarenta, como un movimiento nacional-popular liderado por Juan Domingo Perón; episodio histórico a partir del cual se construyó una nueva identidad política reconocida como “peronista”. Como toda identidad, el peronismo es resultado de una construcción discursiva capaz de articular a un conjunto de sujetos individuales y colectivos que les lleva a saberse como parte de una comunidad política con la cual comparten valores, ideas, imaginarios y sentimientos de pertenencia. No obstante, asumiendo que toda identidad es una construcción discursiva –siempre desde una noción posestructuralista del discurso–, esta puede cambiar y verse resignificada en el tiempo, adoptando formas, expresiones o significantes nuevos. Atendiendo a esta idea, el presente trabajo pretende estudiar, por un lado, la emergencia y construcción discursiva del kirchnerismo  y, por otro lado, rastrear y comprobar hasta qué punto este puede entenderse como el resultado, al menos parcial, de la resignificación de las matrices históricas sobre las que se articuló el peronismo clásico o primer peronismo. En suma, se trata de identificar la forma por medio de la cual Néstor Kirchner y Cristina Fernández fueron capaces de construir un proyecto de aspiración universalista y emancipador a través de la rearticulación de los elementos simbólico-discursivos que otrora formaran parte del primer peronismo, entendido este último como una formación populista de carácter emancipador y popular.