Según exponía Marcela Lagarde en la obra Géneros y feminismo. Desarrollo HUmano y democracia (1996) la perspectiva de género "permite analizar y comprender las características que definen a las mujeres y los hombres de manera específica, así como sus semejanzas y diferencias". Esta, a partir de la Declaración de Pekín de 1995, se ha intentado introducir en las distintas políticas, planes y programas que se han venido implementado, buscando con ello eliminar las inequidades y formas de dominación y subordinación entre los sexos. En este sentido, el objetivo de este grupo de trabajo es trasladar dicha realidad al campo de la evaluación de políticas, programas y planes. Analizando si, tal y como se ha venido postulando en los últimos años, ésta se ha realizado con perspectiva de género. Para ello, el punto de partida será la diferencia recogida por la profesora Bustelo ( 2014) en el Manual de Ciencia Política con perspectiva de género entre evauar con perspectiva de género, por una parte, y evaluar políticas de igualdad, por otra. Ello nos permitirá aproximarnos a los temas que nos interesan desde dos vertientes: una teórica, que reflexiones sobre la necesidad de evaluar políticas públicas con perspectiva de género - como mecanismo de rendición de cuentas; legitimidad y calidad democrática y buen gobierno - y, otra, práctica, dando a conocer casos que permitan adentrarnos en las luces y sombras; en los aciertos y errores de estas acciones. Todo ello, dentro de un contexto de crisis y recortes de gasto público