Desde la década de los años 70 y la crisis del modelo de estado postwestfaliano, las sociedades posnacionales en Europa se manifiestan a través de diversas actuaciones en forma de política convencional y no convencional. Siguiendo este argumento se puede considerar que la construcción de la actual Unión Europea es el resultado de un proceso mixto de (re)creación formal y material, que ha sido y es representada por sus procesos institucionales (Instituciones Comunitarias), de políticas públicas (Programas y Fondos de Cohesión y Desarrollo Regional), al mismo tiempo que por la expresión y participación de sus ciudadanos en los diferentes comicios al Parlamento Europeo, que se remontan al ya lejano año de 1979. Todo ello, conforma un sistema de gobierno multinivel que ya ha sido estudiado en profundidad, por politólogos, constitucionalistas e historiadores, y más recientemente por economistas y geógrafos. Pero, además de los aspectos institucionales, formales y materiales de un tipo de construcción comunitaria que ha constituido el modelo representativo de gobierno de la Unión Europea desde finales de los años 70 hasta principios de la primera década del siglo XXI, nos encontramos con todos aquellos procesos, actores e instituciones no formales que han venido construyendo lo que hoy llamamos Europa a lo largo de los años. Es lo que podríamos denominar como la parte informal e inmaterial de la Unión Europea actual, que ya definía intercambios e interactuaciones, en forma de interdependencias entre Estados, pero sobre todo entre ciudadanos a uno y otro lado de las fronteras de la Europa actual. En este sentido, el análisis de la nueva lógica del poder sociopolítico, administrativo en el marco de la fractura centro-periferia, especialmente desarrollado en los espacios transfronterizos de la Unión Europea, nos permite estudiar de forma concreta los retos y desafíos de la Unión Europa, más que como conjunto de instituciones, como conjunto de ciudadanos que desean un proyecto común. Entendemos que esta incorporación de la perspectiva informal e inmaterial a la ya consolidada formal-material, producirá mejores resultados en el análisis sobre las raíces de parte de la desafección y el euroescepticismo actual, para lo que proponemos complementar el análisis sobre el gobierno con el de la gobernanza, de forma especial en torno al fenómeno transfronterizo (“gobernanza transfronteriza”); el de la legalidad con el de la legitimidad; y el de la tecnocracia (eficacia, “outputs”) con el de la democracia (efectividad, “outcomes”). El objetivo principal del Grupo de Trabajo “La Gobernanza Transfronteriza: nuevos formatos de relaciones de poder”, trata de reforzar el debate sobre el análisis de las fronteras europeas y, más específicamente, de la cooperación transfronteriza formal e informal. Para lograr estos objetivos el Grupo de Trabajo intentará poner en común los avances sobre este tema de los diferentes grupos de investigación competitivos de las Universidades Públicas españolas han venido desarrollando a lo largo de la última década.