Desde mediados del siglo XX, el Movimiento Comunista Internacional, bajo influencia de las teorías de G. Dimitrov y de N. Kruschev, se desquició de la tradición leninista, progresivamente, sobre todo cuanto a la naturaleza del Estado burgués y a las tareas de los comunistas delante de él. Se abandonó la tesis leninista de la toma del poder por el proletariado organizado como clase dominante, con su propio aparato represivo e ideológico de Estado, y se la sustituyó por la creencia en la posibilidad de una toma del aparato de Estado burgués por los trabajadores, y su utilización contra la burguesía o, por lo menos, su empleo de una forma harmónica para las dos clases, con opción preferencial por los trabajadores y demás explotados por parte de la dirección política del Estado. Estos postulados constituyeran, además, la base teórica fundamental del eurocomunismo, consagración doctrinal del principio general, propuesto por Kruschev, de una «ruta pacífica hacia el socialismo».

En los últimos años se produjeran cambios importantes en el Movimiento Comunista Internacional, bajo el liderazgo y la dinamización del Partido Comunista de Grecia (KKE). Tales cambios se pueden considerar una rotura con la tradición post-kruschevista de confianza en el Estado burgués, de abandono de la orientación revolucionaria, y de combate a los «desvíos de izquierdas», cuyo belicismo y dogmatismo los mantenía petrificados en la defensa de soluciones violentas para la construcción del socialismo. El KKE vine plantando cara a estas ideas, las que que considera, por su turno, un «desvío de derechas», reformista, cuyo bloque europeo principal es el Partido de la Izquierda Europea y los partidos comunistas donde triunfaran orientaciones eurocomunistas en el siglo XX con sus aliados.

El objeto de este trabajo es el análisis del proceso desarrollado por el KKE con vista al agrupamiento, la coordinación, y el empuje de los grupos, organizaciones y partidos comunistas, críticos del eurocomunismo, en torno de una misma orientación política e ideológica, sobre todo en Europa,  a través de la coordinadora multinacional Iniciativa Internacional de Partidos Comunistas y Obreros.  Se buscarán los rasgos estructurales de su matriz ideológica común, su política de coordinación, su proyecto político global, y, por supuesto, sus principales debilidades y ventajas para el avance de las posiciones políticas marxistas-leninistas anti-kruschevistas en escala europea.