La dimensión emocional de la educación cívica: educar el miedo
- Programa:
- Sesión 1
Día: jueves, 21 de septiembre de 2017
Hora: 16:30 a 18:30
Lugar: Seminario 2.1.
La evidente influencia de las emociones en la vida política invita a considerar la educación emocional como un aspecto significativo de la educación cívica. Resulta tan ilusorio pensar en una ciudadanía compuesta de agentes plenamente autónomos como irresponsable no realizar un decidido esfuerzo por educar en la libertad: y la libertad como facultad moral también consiste en adquirir sentimientos racionales y razonables, entendiendo aquí lo racional y lo razonable de acuerdo con Rawls. Entre estos sentimientos, el de un miedo razonable resulta esencial para que la autonomía colectiva se oriente hacia objetivos genuinamente satisfactorios al tiempo que equitativos.
El miedo es útil en cuanto nos aparta del peligro: el temor ante los excesos del poder forma parte de la justificación del sistema liberal de derechos y garantías. Sin embargo, la lectura de Aristóteles que hace Martha Nussbaum nos señala una serie de posibles fuentes de error en el cálculo del peligro que pueden dar lugar a un miedo irracional: identificar mal la amenaza, apreciar incorrectamente su magnitud; equivocarse en cuanto a la causa de la amenaza bien reconocida o manejar una concepción defectuosa del propio bienestar (y temer la corrupción de la sociedad por la mera incorporación de nuevos grupos étnicos, por ejemplo). Aun cuando deba ser revisada, esta argumentación aristotélica nos exhorta a colocar la competencia para realizar juicios prácticos en el centro de la educación cívica. Cabe preguntarse si la legislación educativa española facilita esto o no. En todo caso, el propósito de esta ponencia es establecer las bases de un programa de formación del juicio tendente al desarrollo de un miedo razonable.
Palabras clave: emociones, educación cívica, miedo, formación del juicio