En este trabajo se propone una revisión crítica de la “culpa airada” o “culpa iracunda” (‘angry blame’), un enfoque actual del culpar defendido por Susan Wolf en 2011. Esta aproximación teórica a la práctica social del cu­lpar se enmarcan dentro de las denominadas “teorías emocionales de la culpa”, un grupo de propuestas inspiradas en los planteamientos de Peter F. Strawson en su ya clásico trabajo “Freedom and Resentment” de 1962. Las teorías emocionales de la culpa señalan, como rasgo prevaleciente del culpar, la presencia de actitudes emocionales de tipo reactivo como la ira, el resentimiento o la indignación. El objetivo de este estudio es evaluar la solvencia de este enfoque y su justificación, con el fin de dar respuesta a la pregunta acerca de cuándo está justificado culpar de forma airada. Para ello, previamente, se expondrán las líneas generales del enfoque de la culpa de Thomas M. Scanlon en el que Wolf se inspira y, por último, algunas consideraciones acerca del mal uso de la culpa comunicativa airada como técnica de control político.