Desde finales del siglo pasado estamos asistiendo a cambios en el perfil, las necesidades y los intereses de la población. Entre ellos, destacaría en España el aumento de la diversidad cultural -en términos de minorías étnicas y por la presencia de población inmigrante extranjera- y la necesidad de ser atendida y gestionada. Igualmente, y de manera relacional, estamos asistiendo cambios en los intereses políticos y en sus lógicas de gestión en el contexto de un Estado del Bienestar en crisis.  Las Administraciones Públicas, como conectoras de la ciudadanía con el poder político y gestoras de los intereses del Estado, intentan, a su vez, responder a las necesidades y a los intereses ciudadanos. La Nueva Gestión Pública (NGP) -“New Public Management”- se presenta como respuesta a estos cambios de lógica e intereses, respondiendo  a criterios y métodos empresariales y mercantilistas. Pero, ¿Esta nueva forma de gestión permite la atención a la diversidad cultural?, ¿qué ocurre cuando estos usuarios de las administraciones no responden a las características socioeconómicas de los “clientes”?. Este texto constituye una reflexión  sobre una incipiente “Nueva Gestión Pública” en el ámbito de la diversidad cultural en un contexto de presencia migratoria y de profunda crisis del Estado de Bienestar.