La actuación de las Administraciones públicas durante la pandemia ha tenido que ser llevada a cabo de manera urgente y sobrevenida. Estas características han afectado a las compras de material, a las inversiones y a todos los gastos realizados. En relación con todos ellos, es necesario plantearse si cuando se han llevado a cabo y se ha contratado con sobre coste, se han pagado excesos en productos de primera necesidad o no se ha sabido identificar al mejor proveedor, si nos encontramos ante una gestión condicionada por la urgencia o, por el contrario, se trata de una gestión descuidada, deficiente o irracional que puede llegar a ser calificada como malversatoria.