Las mujeres han estado presentes de una manera u otra en todos los conflictos a lo largo de la historia de la humanidad, como víctimas o como combatientes, aunque su participación ha sido escasamente reconocida. La construcción de la paz, como un área más de la cooperación internacional para el desarrollo, ha incorporado el enfoque de género a través de la aplicación de la Resolución 1325 sobre Mujeres, Seguridad y Paz del Consejo de Seguridad de la ONU. En España dicha resolución se ha plasmado en un Plan de Acción denominado Mujeres y Construcción de la Paz de la Cooperación Española que marca las lineas directrices de nuestro país en ese ámbito.

Partiendo de este planteamiento, con este trabajo pretendemos analizar el papel de las mujeres en el conflicto del Sahara Occidental teniendo como referencia la Resolución 1325 de la ONU, puesto que aunque han sido numerosas las mujeres que han estado implicadas en este conflicto, su participación ha sido escasamente reconocida, sólo el caso de Aminetu Haidar ha tenido una especial relevancia mediática. Y es que se observa como necesario apostar por introducir una perspectiva de género en los conflictos territoriales, poniendo en valor el trabajo de las mujeres y sus retos y dificultades en ese ámbito y en entornos no occidentales, ya sea desde perspectivas esencialistas o postmodernistas.