La gestión del agua ha adquirido cada vez mayor complejidad, agravada por la incertidumbre que provoca el cambio climático en los ciclos hídricos, que requiere implantar medidas adaptativas, y prevenir y gestionar los conflictos que puedan surgir a consecuencia de la menor disponibilidad del recurso. El trabajo explora cómo facilitar la corresponsabilidad social en la gestión del agua, donde las administraciones públicas ya no llegan por sí solas, mediante la creación de espacios para la cooperación entre administraciones, empresas, organizaciones sociales y sociedad en general, que impulsen una sociedad activa, más consciente e informada, que contribuya a una mejora de la gestión del agua.