A pesar de los avances en igualdad de género, como el creciente número de mujeres en política, o la disminución de la brecha salarial, la violencia contra las mujeres sigue siendo un desafío apremiante en la sociedad contemporánea, que va en aumento. Esto se evidencia especialmente en el alarmante aumento de casos de violencia sexual, ejemplificados por incidentes de alto perfil como los casos "Jenni Hermoso" y "La Manada". Este artículo examina críticamente estrategias para abordar este desafío, centrándose en medidas de prevención. A través de la utilización de grupos focales y experimentos de encuestas, investigamos las estrategias más efectivas para la prevención.

Nuestra investigación distingue entre dos formas de violencia sexual: la evidente y la encubierta. Exploramos cómo las normas sociales y creencias contribuyen tanto a la normalización como a la perpetración de esta violencia. Mediante manipulaciones experimentales que apuntan a cambios en las normas sociales y creencias, especialmente a través del uso de eduentretenimiento, identificamos los enfoques más efectivos para la prevención.

Al arrojar luz sobre estrategias efectivas de prevención y comprender los mecanismos subyacentes que perpetúan la violencia sexual, esta investigación contribuye al debate en curso sobre la violencia de género e informa el desarrollo de políticas e intervenciones basadas en evidencia destinadas a crear entornos más seguros para las mujeres.