La historia del ciberactivismo es una historia aún breve, en continua evolución que es analizada desde diferentes perspectivas en parte enmarcadas en un debate que fluctúa entre la utopía (Shirky 2010)  y la distopia (Morozov 2011b).

Ambas posturas abren un debate global que pierde la visión de los contextos concretos glocales en los que se desarrollan los movimientos sociales que han utilizado las herramientas ciberactivistas. Los autores que centran su discurso en esa dicotomía utópica–distópica repasan históricamente diferentes etapas y movimientos en los que las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación y las herramientas de ciberactivismo han jugado un papel relevante, pero han analizado este factor como una constante, sin tener en cuenta la rápida evolución de este. Sin embargo, la utilización de esta tecnología por el movimiento chiapeco zapatista, la revolución naranja en Ucrania en 2004, pasando por la revolución azafrán en Birmania 2007 llegando a los movimientos árabes de 2011, el 15-M y el movimiento Occupy ponen de relieve como las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación y sus aplicaciones al campo de la acción colectiva han evolucionado a un gran ritmo. Así Tarrow (Tarrow 2011) indica en su obra sobre los movimientos sociales que hay causas internas y externas para la innovación de los movimientos que hacen que estos supongan un reto aquellos poderes a los que estos se oponen. Entre las causas internas menciona temas relacionados con organización interna, capacidad de estructuración, coordinación de acciones y diferentes factores que atañen a las dinámicas internas de los movimientos, mientras que entre las causas externas indica, entre otros factores, los medios de comunicación de masas y los canales de comunicación que abren estos medios.

A la vista de esta estructuración teórica se podría desprender que las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación son elementos externos que han llevado a innovaciones en el campo de las movilizaciones, sin embargo un análisis detallado de las herramientas utilizadas en las movilizaciones durante las revueltas árabes pone de manifiesto que las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación ofrecen un repertorio tan amplio de acciones colectivas que han supuesto tanto innovaciones internas como externas para el crecimiento de los movimientos sociales.

Esta ponencia quiere poner de relieve como las herramientas de ciberactivismo puestas en marcha en las revueltas árabes y que después han sido replicadas en otros contextos como en los movimientos Occupy o el15-M (Castells  2012) han modificado los movimientos sociales ampliando el repertorio de acciones colectivas entorno al ciberespacio, abriendo un nuevo campo de información, de interacción, de organización y también de confrontación. Esto ha supuesto la creación de un nuevo espacio online multiplex, superpuesto, paralelo, coordinado y permeable al espacio público offline.

CASTELLS, M. (2012), Redes de indignación y esperanza, Alianza Editorial

MOROZOV, E. (2011), The Net Delusion: The Dark Side of Internet Freedom, PublicAffairs.

SHIRKY, C. (2010), Cognitive Surplus, Penguin Press HC.

TARROW, S. G. (2011), El poder del movimiento, Alianza Editorial.