El presente trabajo tiene por objeto el estudio del “insularismo político”. En nuestro país, este atípico fenómeno es característico del sistema político canario, lugar en que la defensa exclusiva y excluyente de los intereses de cada isla por parte de los partidos y, en especial, por parte de algunos partidos nacionalistas y regionalistas, constituye un verdadero eje de competición de naturaleza territorial. Este cleavage insular hunde sus raíces en el denominado “pleito insular”, esto es, el enfrentamiento secular de las élites políticas dominantes en sus respectivas islas. Si en su origen esta rivalidad enfrentaba a las élites grancanaria y tinerfeña en su lucha por dirimir la supremacía en el comercio exterior y en las relaciones políticas con Madrid, con el tiempo la confrontación se ha extendido al resto de islas, creándose también disputas entre las dos provincias entre sí, y entre las islas no capitalinas o periféricas frente las centrales. Este fenómeno ha supuesto la atomización de la comunidad autónoma en siete espacios insulares, provocando que los factores locales adquieran un peso sobredimensionado en el cojunto de la vida política de la región. La insularización de la política canaria ha repercutido en varios aspectos: el sistema de partidos autonómico, la propia estructura interna de las formaciones políticas, así como en algunas de las principales instituciones (gobierno y administración autonómica, sistema electoral, etc.).
Así pues, el presente estudio pretende abordar, desde la óptica del fenómeno del insularismo político, el análisis de los discursos y dinámicas de los partidos nacionalistas y regionalistas de Canarias, tratando de explicar su evolución electoral en los últimos tiempos. El trabajo prestará una especial atención a la trayectoria de Coalición Canaria, debido a que desde su surgimiento en 1993 éste ha sido el partido nacionalista de referencia en la región, donde ha gobernado ininterrumpidamente hasta la actualidad.