El objeto fundamental de la siguiente ponencia trata de reflexionar en torno al concepto de estancamiento doloroso (mutually hurting stalemate) que acuñan los trabajos de Touval y Zartman (1985) y Zartman (1993, 2001), y que se entiende que deviene nuclear para entender la desactivación de conflictos armados como el colombiano. Desde un análisis de variables propias del conflicto, como el número de combatientes, la presencia municipal, el número de acciones armadas, el gasto militar o el despliegue de operativos de la Fuerza Pública; y con variables propias de la resolución pacífica de conflictos armados, como son la agenda temática, el rol de la comunidad internacional y las víctimas o el perfil de los equipos negociadores, se busca contrastar los dos últimos escenarios de negociación entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. Dos escenarios muy diferentes entre sí, tal y como son el infructuoso Diálogo del Caguán (1999-2002) y el exitoso Diálogo de La Habana (2012-2016). En ambos casos, el resultado, cabría explicarse a tenor de la voluntad compartida por las partes involucradas, bien por continuar con la guerra, bien por explorar una salidad negociada a la misma (ripe moment). En cualquier caso, se entiende que el conflicto llega a un punto de estancamiento doloroso entre 2009 y 2011 que invita a entender el porqué, a diferencia de otros intentos de negociación, el proceso de paz de La Habana, termina erigiéndose como la piedra angular para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado con la guerrilla más poderosa de Colombia.