Si las fuerzas armadas españolas deben adaptarse a los riesgos y amenazas de nuestro siglo en curso, la formación de sus oficiales requiere un diseño que permita afrontar éstos pero también prepararse para todas las situaciones futuras. Definir las competencias de estos futuros oficiales sería un listado larguísimo, a la vez que cabría diseñar itinerarios que permitieran aprovechar las capacidades personales en beneficio del servicio. Esto daría una pluridisciplinariedad que a día de hoy todavía no se ha ofertado a los oficiales del presente porque la configuración básica es realizar una Ingeniería en Organización Industrial.

Los desafíos del futuro empiezan ahora mismo. En tiempos de pandemia se ha adaptado la enseñanza en todos los niveles educativos, así como en la formación de los oficiales militares españoles. La voluntad de formarse continuamente se instala en quienes poseen espíritu de mejora y ser capaz de adaptarse es algo muy deseable para un militar puesto que ese anhelo perdura toda la vida, más allá de los años de servicio. Por ello, la situación pandémica proporciona un escenario desafiante para cumplir la misión de todos los integrantes en el sistema de formación de los oficiales basándose en la capacidad de adaptación, la motivación personal y la búsqueda de recursos creativos.

A partir de la información pública disponible sobre la titulación del grado en ingeniería de organización industrial se pueden obtener los datos relativos a la satisfacción del alumnado los últimos años. Y, a través de la información recabada de entrevistas al profesorado del centro universitario de la defensa, se pueden recopilar los desafíos a los que se enfrentaron durante la primera ola y los que perviven un año después, así como el efecto sobre el alumnado. La información pasada genera una foto fija, mientras que la recopilación de expectativas proporciona unos escenarios de futuro recogidos en el trabajo.

En el siglo XXI, la formación de oficiales se enfrenta a retos en los que el diseño de planes de estudio vigentes solo es el principio. La absorción de conocimiento transmitido por personas de valía reconocida y la demostración de éste mediante pruebas de evaluación solo es una pequeña parte del bagaje de un oficial militar. Para desempeñar sus funciones necesitará de muchas competencias profesionales, personales, interpersonales… que adquirirá y pondrá a prueba durante toda su vida.