Marginación, precariedad o ausencia de reconocimiento son expresiones que las lógicas del patriarcado imponen sobre las mujeres (Amorós, 1985, 2000; Young, 2000; Miyares, 2003; Fraser, 2011...) . Unas condiciones de las que las trabajadoras de la pesca son testigos. Protagonistas en toda la cadena productiva, muchas veces de forma imperceptible y fuente de apoyos y cuidados invisibles, sus aportaciones son desvalorizadas en favor de un marco androcéntrico que prima nociones y prácticas del supuesto sujeto normativo (Pérez Orozco, 2006). Una realidad que deriva en unas experiencias femeninas "tejida[s] por un hilo invisible que daría lugar a espacios y tiempos que escapan a nuestra mirada. Son tiempos y espacios sin nombrar, sin definir, por lo que, cabría concluir: no existen" (Hernández, 2007: 18).

            Sin embargo, mariscadoras a pie y rederas, como ejemplos de estos colectivos, reivindican su presencia cuando se implican en sus respectivos procesos de profesionalización y mejora de su oficios. A lo largo de sus experiencias, estas mujeres se forman, organizan y consiguen la regulación de su trabajo; y, a su vez, se convierten en interlocutoras de diferentes organismos e instituciones, adquiriendo influencia sobre su entorno. Es decir, se convierten en sujetos empoderados, con capacidad de acción sobre su realidad, consiguiendo cambiar las relaciones de poder, tanto públicas como privadas.

            En este línea, esta comunicación pretende, por un lado, denunciar la desigualdades sufridas por las mujeres en las comunidades pesqueras, que limitan sus vivencias democráticas. Pero, por otro lado, desea visibilizar la lucha por la dignificación de su oficio y de su papel comunitario. Porque, como afirma Massolo (2007: 1), el feminismo ha "permitido descubrir y hacer visible las distintas expresiones, formas y contribuciones de participación de las mujeres a lo largo de la historia", además de "cuestionar los paradigmas y conceptos androcéntricos". Por ello es importante revalorizar y visibilizar como, desde sus espacios cotidianos, estas mujeres democratizan y transforman sus entornos.