La crisis económica y fiscal ha afectado a la democracia española, incluidas las democracias “autonómicas”, y a su calidad, tanto por las políticas de austeridad emprendidas para reducir el gasto público y conseguir la consolidación fiscal como por ciertas estrategias que ha generado como reacción entre algunos políticos en el nivel central o autonómico de políticas institucionales planificadas o espontáneas de regeneración democrática. Estas reformas son a la vez una reacción al creciente descontento o exigencia ciudadana, a las necesidades de racionalización del gasto y a una cierta crítica mediática populista o antipolítica. La crisis hace que los gobiernos traten de compensar la legitimación de output (el gobierno para el pueblo) por la legitimación por el proceso (el gobierno del pueblo). Estas políticas se manifiestan en innovaciones deliberativas o participativas o directamente simbólicas de varios tipos y responden a varias motivaciones estratégicas,  afectando a dimensiones diferentes de la calidad democrática, y con diversos grados de efectividad real. La ponencia propone una tipología de reformas democráticas y examina los efectos de la crisis en el rendimiento democrático mediante el análisis del surgimiento de esos tipos de iniciativas de reforma democrática en el nivel central y autonómico, estudiando su contenido, alcance y virtualidad real como forma de regeneración democrática. Observando reformas en varios ámbitos del legislativo y el ejecutivo, sus tipos y contenidos, motivaciones y determinantes, se persigue una mejor comprensión de la calidad democrática del sistema y de los efectos democráticos de la crisis económica.