Existe una co-determinación histórica entre las formas cambiantes que adopta el principio de representación en la esfera interna del orden político y la evolución histórica de los sistemas de representación de la misma en la esfera internacional. Los sistemas de representación diplomática constituyen la expresión más caracterizada de esa relación pero su diferenciación respecto a los sistemas políticos de los Estados, y el énfasis de la teoría política sobre la problemática del orden interno frente al orden internacional, han ocultado durante mucho tiempo la importancia de esa relación. Sin embargo, cabe afirmar que en los orígenes de la política moderna esa relación constituyó por mucho tiempo el nucleo mismo de la problemática de la representación. Teniendo presente esos antecedentes nuestra contribución se propone explorar el modo en que actualmente, como resultado de diversas presiones que operan sobre el orden político, la importancia de esa relación adquiere una nueva visibilidad en la era de la soberanías perforadas y el pluralismo agonístico a escala global.