Durante la crisis las dinámicas internas de los partidos han llegado a ser consideradas por la opinión pública un problema político más allá de las fronteras de los mismos, lo que obliga a replantearnos algunos de los postulados sostenidos por algunos de los politólogos que, desde la literatura de la selección de candidatos, han rechazado imponer un estándar democrático en estas organizaciones.

El objetivo de este texto es tratar de explorar desde una perspectiva teórica esos límites que generalmente se plantean para la promoción de una mayor democracia interna de los partidos. Uno de los aspectos fundamentales en los que se pretende incidir es la difusión de los procesos de primarias y sus consecuencias, en particular lo que esto supone para las expectativas de los propios miembros de los partidos. No se puede, en cualquier caso, dejar de lado un aspecto fundamental en el contexto español de los últimos años como es el surgimiento de nuevos partidos, y las posibles consecuencias que esto puede llevar consigo desde esta perspectiva.