El conflicto en los distritos orientales de Ucrania y la anexión de Crimea durante el año 2014 amenazan con enquistar un nuevo conflicto en el antiguo espacio soviético y actual extranjero próximo de Rusia pero, también, de la Unión Europea. La colisión entre los intereses de tres actores fundamentales desde el punto de vista regional (la UE, la OTAN y Rusia) así como la eventual ampliación -vía adhesiones, vía diversos acuerdos de colaboración- de las diferentes organizaciones internacionales y proyectos de cooperación/integración amenazan con extender este tipo de conflictos y, en especial, con reactivar aquellos que permanecen congelados desde la extinción de la Unión Soviética. El análisis de las dinámicas específicas de cada uno de ellos permite establecer prospecciones en torno a los riesgos que representan para la seguridad regional e internacional.