La coherencia de políticas para el desarrollo (CPD) ha sido incorporada en los marcos de política de cooperación internacional desde la Ley 23/1998 de Cooperación Internacional para el Desarrollo. No obstante, no es hasta la entrada del PSOE al Gobierno en 2004 cuando ésta toma un especial protagonismo manteniéndose también en el discurso de cooperación internacional del actual Gobierno popular. Similar tendencia se observa cuando se analiza la inclusión de la igualdad de género en las políticas de cooperación internacional. En efecto, la Ley 23/1998 incluye la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como principio del desarrollo y como parte de las prioridades sectoriales. Sin embargo, hasta el “II Plan Director de la cooperación española 2005-2008” (2005) no se apuesta de forma clara por la adopción del “enfoque género en el desarrollo (GED)” identificando la equidad de género como prioridad horizontal; estableciendo un sector específico de “género y desarrollo”; y atendiendo a la desigualdad de género a lo largo de todas líneas de acción propuestas. El Gobierno popular, por su parte, ha seguido manteniendo en el “IV Plan Director” (2013) una atención específica a la igualdad de género.

Ahora bien, en el actual momento de crisis financiera y políticas de austeridad, ¿de qué desarrollo se está hablando cuando se apuesta por un compromiso con la CPD? ¿Hasta qué punto se incorpora la promoción de la igualdad de género en el mainstream de la política? En la presente comunicación -centrada en la política española de cooperación internacional- se realiza un análisis de las diferentes comprensiones del desarrollo y las distintas visiones sobre la “igualdad de género”. El objetivo es analizar la elasticidad de estos conceptos así como la evaporación de sus contenidos más transformadores. De forma paralela, se persigue reflexionar sobre las posibles inconsistencias entre la lógica reinante en la cooperación internacional española y el compromiso formal con la igualdad de género.