Desde hace un par de décadas la ciencia política española viene haciendo un importante esfuerzo por tratar adecuadamente el fenómeno de las coaliciones en el sistema político. Los trabajos de investigación llevados a cabo, los observatorios creados y las publicaciones hechas hasta ahora demuestran los avances conseguidos en la teoría y en el análisis práctico de la realidad española. Las contribuciones de Matas (2000, 2015, 2020) y Reniu (2002, 2010, 2013), ambos de la Universidad de Barcelona, representan un salto cualitativo en nuestros conocimientos del tema y su adecuación a las investigaciones internacionales más destacadas. A ellos dos se han sumando un buen número de profesores de varias universidades españolas, formando así una masa crítica suficiente para desarrollar continuamente el conocimiento de las coaliciones políticas (Calvet,  Delgado, García-Rojas, Garrido, Márquez, Ridao, Roig, Simón, Urquizu, entre otros más).

Ahora bien,  la vida política actual está muy condicionada por factores vinculados a las  consecuencias provocadas por los procesos de globalización y las crisis ocurridas primer quinto del siglo XXI, como lo es la actual pandemia de la COVID-19, que han modificado los comportamientos políticos en muchos países. La aparición de los neopopulismos como nuevo actor ideológico y político, vinculado en determinados casos con nacionalismos radicalizados, el aumento de la fragmentación en los sistemas de partidos y la reivindicación de una mayor calidad de la democracia han introducido nuevos elementos en los procesos de formación de  gobiernos de coalición. Pensemos en la constante influencia que ejercen los nuevos medios de comunicación y las redes sociales en la acción política, que obliga a cambios de opinión de los partidos de gobierno y a mantener su distancia aun estando coaligados. Pensemos en el protagonismo de dos actores que galvanizan el conflicto, las élites políticas corruptas y las masas que reivindican la democracia real. O, las tendencias centrífugas del sistema que asaltan las ciudadelas del poder establecido.

Ante esta nueva situación cabe preguntarse, ¿Son válidas todavía las teorías clásicas de la formación de los gobiernos de coalición? ¿En qué medida lo serían?  La finalidad de esta comunicación es, simplemente, repensar las teorías de las coaliciones políticas a la luz de lo nuevo y sopesar, paralelamente, la situación de las coaliciones en España, sobre todo, de la primera coalición gubernamental  estatal habida.