El crecimiento sostenido de la actividad turística durante más de siete décadas y su resistencia a las crisis ha propiciado la consolidación de una narrativa estable sobre la acción pública en materia de turismo, defendida tanto por el empresariado turístico, como por todos los gobiernos del país durante las últimas décadas.

Este discurso compacto, no obstante, estaba lidiando con críticas que señalaban diferentes problemas de sostenibilidad del modelo, como la saturación turística o la mala calidad del empleo turístico, entre otros. Un discurso crítico de grupos minoritarios, tanto de activistas como de pequeños empresarios/as turísticos desligados del modelo tradicional, que ha tratado de articularse políticamente, aunque hasta el momento no hayan conseguido romper la narrativa imperante.

El capítulo analizaría la posición de los grupos de interés que dominan la arena y cómo se han reflejado en las decisiones tomadas por el gobierno central como respuesta al Covid, considerando si, en algún punto, se están reconfigurando las propuestas hacia un marco más inclusivo y sostenible. De forma paralela, podríamos observar si la crisis está suponiendo una oportunidad para que las posiciones críticas se consoliden como de un grupo de interés más vertebrado y con mayor capacidad de interlocución con las y los decisores públicos.