Las Comunidades Europeas lanzaron desde el primer momento de la desaparición de la URSS una serie de ayudas que amortiguaran el golpe de la caída del sistema que había sostenido a las repúblicas centroasiáticas desde Moscú.

Reconociendo todo lo positivo aportado por Rusia a lo largo de más de dos siglos, sin olvidar los aspectos negativos, la desaparición del gigante soviético supuso un duro golpe para las jóvenes repúblicas, que tuvieron que tomar por sí mismas las riendas de sus propios destinos (en todos los ámbitos) de manera casi inesperada.

Este paper ofrecerá un recorrido de las principales medidas adoptadas desde Bruselas en relación a los países de Asia Central, analizándolo de manera de manera crítica, evaluando si se ha dado el denominado "efecto Bruselas", es decir, comprobar si la UE ha ejercido una influencia real en la política interior de estos países, si se han realizado avances en los procesos democratizadores (¿cuáles y dónde?), si se respetan hoy más los derechos humanos (según los estándares occidentales), o si por el contrario son otros países los que ejercen un liderazgo mucho más claro en la región (¿qué países y en qué se nota esa influencia , qué implica ese liderazgo?).

Existe una amplia literatura científica describiendo las medidas adoptadas por Bruselas para reforzar su presencia en la zona, pero hay poca analizando la eficacia de dichas medidas. También, sería necesario ofrecer nuevas vías de cooperación con aquellos países a través de la PPP (private public partnership), incentivando las inversiones de empresas europeas en aquella zona, acudiendo también a otros instrumentos de financiación (Banco Mundial, Banco Europeo de Inversiones, Banco Asiático de Desarrollo,…) cuando sea posible.

No obstante, parece necesario que surja un modelo que mida el impacto de dichas políticas europeas y, por consiguiente, la eficiencia del gasto que la Unión hace allí.