Tecnocracia, democracia y globalización en tiempos de crisis: el estatismo autoritario y la privatización de la democracia

Autor principal:
Jon Azkune Torres (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea)
Programa:
Sesión 1
Día: jueves, 21 de septiembre de 2017
Hora: 09:00 a 11:00
Lugar: Aula 0.2.

En nuestro contexto más cercano, observamos el aumento de las demandas de democracia y soberanía en relación con una crisis sistémica que afecta no sólo a la economía stricto sensu, si no al Estado, a los partidos políticos y la mayoría de los actores identificados con el statu quo. A mi entender, esta desafección está estrechamente relacionada con una tendencia cada vez mayor hacia la tecnocracia, el estatismo autoritario y la privatización de la democracia.

Para explicar este fenómeno, propongo realizar una reflexión teórica que se desarrolle mediante cuatro pasos complementarios. Siguiendo el método de la articulación del enfoque estratégico relacional, comenzaré con un análisis a un nivel abstracto-simple ofreciendo paso a paso nuevos planos de análisis que nos conduzcan a un nivel más concreto-complejo (Jessop, 1982). 1) Por ello en un primer paso, reflexionaré brevemente sobre la soberanía y la democracia en un nivel abstracto-simple. 2) A continuación, valiéndome de los estudios de Foucault sobre la gubernamentalidad, estudiaré el cambio “del arte liberal de gobierno” a la nueva racionalidad que ofrece “la gubernamentalidad neoliberal”  cuyo objetivo es “expandir la forma empresa por el cuerpo social” (Foucault, 2008:148). Sin embargo, no podemos separar la gubernamentalidad de la forma Estado, por lo que es necesario engarzarla con el cambio del “Estado Nacional de Bienestar Keynesiano” al “Regimen Trabajista Posnacional Schumpeteriano” (Jessop, 2008).

3) De esta forma podemos pasar a abordar de una forma más concreta la tendencia hacia la privatización de la democracia (Goikoetxea, 2017) y el estatismo autoritario (Poulantzas, 1978). Ya en la década de los 70 Nicos Poulantzas destacaba como reflejo de esa tendencia, el fortalecimiento del ejecutivo sobre el legislativo, la fusión de los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales, la conversión de los partidos políticos en “correas de transmisión” de decisiones oficiales y, por ende, la pérdida de su rol como instrumento de diálogo eficaz entre los ciudadanos y la administración y el aumento de redes de poder paralelas que cortocircuitan las organizaciones formales del Estado (Poulantzas, 1978).

Desde la década de los 70 en adelante observamos que esa tendencia se ha desarrollado, y por lo tanto elementos que se consideraban excepcionales se han convertido en la nueva normalidad en las denominadas “democracias Occidentales” (Jessop, 2015). Además de los citados cambios, destacaríamos el refuerzo de la figura del experto y el fin de la política partisana en una clara línea tecnocrática y  post-política (Zizek, 2010), la nueva articulación de la división publico/privado en la que el ámbito privado se expande en áreas previamente públicas (sistemas de arbitraje, agencias de rating etc.) (Sassen, 2010) o el auge de la gobernanza y la sociedad civil en detrimento del gobierno y la ciudadanía (Kholer-Kock, 2010).   

4) Finalmente, creemos que con el estallido de la crisis financiera, no hay una completa ruptura con la situación anterior sino una condensación de las tensiones y contradicciones previas. Esto es aún más notable en la Unión Europea y de forma especial en la “zona euro”. En una nueva fase que Bruff denomina “neoliberalismo autoritario” los rasgos anteriormente citados se agudizan puesto que la capacidad de los grupos sociales dominantes para ofrecer mayores concesiones sociales se reduce (Bruff, 2014). Esto tiene un doble efecto de fortalecimiento/debilitamiento del Estado: por una parte incrementa su poder a expensas de la democracia liberal pero a su vez se reduce su capacidad hegemónica para generar consensos perdiendo su carácter “dirigente” y actuando cada vez más como “dominante” (Gramsci, 1999). Es en ese contexto en el que se agudiza la crisis del Estado, la crisis de legitimidad o la crisis de representación y es ahí en el que emergen nuevos movimientos que piden más democracia y más soberanía.

Palabras clave: privatización de la democracia, estatismo autoritario, tecnocracia, post-política, soberanía.