Más allá de centrarse en la polarización ideológica y temática, los académicos se han interesado cada vez más en el proceso denominado polarización afectiva. Surgiendo a lo largo de líneas trazadas por las lealtades partidistas, así como por otras identidades existentes o emergentes que dividen cada vez más al mundo en grupos internos y externos, estas identidades transforman los conflictos en las sociedades contemporáneas en una dimensión única de personas que perciben y describen cada vez más la política y la sociedad en términos de "nosotros" frente a "ellos". En la mayoría de los casos, la intensidad de sus respectivos prejuicios inter-identitarios excede los niveles relativamente más modestos de desacuerdos entre cuestiones o ideologías ciudadanas que van más allá y tal vez tengan consecuencias más devastadoras que la polarización ideológica más tradicional. Si bien este tema se ha estudiado principalmente en los Estados Unidos (EE. UU.), La polarización afectiva ha recibido cada vez más atención comparativa de los académicos europeos en un intento de estudiar este fenómeno en entornos multipartidistas. El trabajo reciente fuera de los EE. UU. Ha hecho contribuciones importantes, especialmente en su medición y puesta en funcionamiento. Sin embargo, el conocimiento de la polarización afectiva en términos comparativos más amplios es todavía muy limitado, especialmente en lo que respecta a sus fuerzas impulsoras y sus posibles consecuencias conductuales y de actitud. En este panel queremos abordar este tema bien centrados en el caso español o bien en otros casos, pero siempre sin perder la perspectiva comparada del fenómeno y sus consecuencias.