Nacionalismo español y emociones

Autor principal:
Diego Mo Groba (Universidade de Santiago de Compostela)
Autores:
Mª Nieves Lagares Diez (Universidade de Santiago de Compostela)
Programa:
Sesión 7, Sesión 7
Día: viernes, 9 de julio de 2021
Hora: 09:00 a 10:45
Lugar: Online

El origen de la nación se ha tratado de explicar desde una perspectiva prepolítica (Kymlicka, 2001) y organicista. La nación es tratada como un fenómeno primordial (Armstrong, 1982; Goertz, 1963; Smith, 1971, 1983, 1986, 2000; Robinson, 1977; Shils, 1957) con características y rasgos culturales, étnicos, raciales o lingüísticos diferenciadores que se perpetúan en el tiempo, lo que le confiere una dimensión historicista (Kumar, 2006; Kymlicka, 2001). Por su parte, el modelo constructivista de la nación (Anderson, 1995; Chandra, 2012; Gellner, 1983; Hobsbawm, 199; Laitin, 2007) proporciona una lectura alternativa. La nación no es un producto político estático y estandarizado, sino más bien un constructo dinámico y en continuo cambio y evolución, sujeta a las propias consecuencias de las luchas internas y externas (Brubaker, 1996; Gurr, 2000; Laitin, 1995; Shelef, 2010; Stavenhagen, 1996). Las precondiciones políticas, como por ejemplo la etnicidad, son necesarias, pero no suficientes. Por lo tanto, la nación deja de ser el origen de lo que en base a un anhelo se postula como un futuro Estado-Nación, pasando a ser el resultado de un proceso de construcción permanente de un complejo proceso de producción política.

En términos metodológicos el CIS proporciona dos variables clásicas para la medición de la identidad; la escala nacionalista (sólo preguntada en las nacionalidades históricas) y la pregunta Linz-Moreno de sentimiento nacionalista, la cual presenta algunas limitaciones analíticas (ver Rivera, Mo y Colomé, 2020). Por ello se empleará como variable dependiente la escala sobre nacionalismo español (0 mínimo nacionalismo español, 10 máximo nacionalismo español) presente en el estudio político desarrollado por el Equipo de Investigaciones Políticas de la USC.

El objetivo de esta investigación es determinar cuáles son los elementos políticos, económicos, sociales y emocionales que construyen el nacionalismo español siguiendo un modelo explicativo constructivista: precondiciones sociales (étnico-cuturales y económicos); estructura de oportunidad política; una movilización nacionalista eficaz; discurso nacionalista (Maiz, 2003a, 2003b, 2012, 2018; Cazorla y Rivera, 2017).

Siguiendo la Teoría de la Inteligencia Afectiva (Marcus et al., 2000, 2006, 2007a, 2007b, 2011, 2017; Neuman et al., 2007; Valentino et al., 2008, entre otras), incorporamos a este modelo un componente afectivo como ingrediente explicativo de dicha construcción política, determinando su posición, peso y conexión con otras variables explicativas. Algunas de las emociones analizadas hasta el momento son el resentimiento, la empatía (Petersen, 2002; citado en Máiz, 2018), el orgullo, el desprecio, el miedo o el odio. Emociones cuyas categorías lingüísticas son cargadas de significado e introducidas narrativamente en el discurso político y activadas funcionalmente como “emociones nacionales” (Maksic, 2017). En particular, en este trabajo se utilizará el ortogonal full set propuesta por Marcus et al. (2000) basada en una batería de doce emociones planteadas en el estudio piloto especial de la ANES de 1995 (orgullo, esperanza, entusiasmo, ansiedad, miedo, preocupación, enfado, resentimiento, disgusto, odio, desprecio y amargura) a la que incorporamos la tranquilidad como categoría afectiva.

Palabras clave: nacionalismo, emociones, identidad nacional, España