En poco más de tres décadas el sistema electoral mexicano ha transitado de un sistema de partido hegemónico y dominante a uno plural y competitivo. Para lo cual la implementación de Reformas electorales fue fundamental. Esta serie de Reformas constitucionales en materia político-electoral, fueron principalmente las aprobadas y promulgadas en 1977, 1986, 1990, 1993, 1994, 1996, 2007 y la más reciente en 2014.  Es así que, el presente trabajo tiene como propósito analizar los impactos de dichas Reformas en la democracia mexicana y su devenir.  A partir de la implementación de la Reforma electoral de 2014 que al igual que las anteriores pretendía consolidar la democracia en el país, en sus cambios y/o modificaciones, incluyó novedades no tan favorables que han presionado al sistema en su conjunto, incluido el andamiaje institucional. Un ejemplo de ello, fue la transformación del IFE en INE y con ello la asignación de nuevas atribuciones al instituto, provocando serias dificultades en términos operativos, que en el futuro podrían restarle eficacia y eficiencia en sus procesos y en el peor de los casos, confiabilidad frente a la ciudadanía.