Todo estudio del populismo que se tome en serio su objeto, tarde o temprano ha de detenerse en la teoría desarrollada por Ernesto Laclau (2005). No es ningún descubrimiento que la profundidad filosófica con la que Laclau abordó el fenómeno del populismo vuelve difícil un análisis que pase por alto La razón populista. Sin embargo, no es menos cierto que en los dieciséis años que suceden a la publicación original del libro, los estudios políticos, sociológicos y filosóficos del populismo han crecido de forma paralela al uso de este término en la arena política. Dejaremos para otra ocasión el interesantísimo debate actual sobre el tema, así como la evolución, las aportaciones y los parámetros en los que se ubican las corrientes más actuales, puesto que es algo que excede de largo los márgenes de este formato. Lo que en este trabajo intentaremos será revisar algunos de los puntos esenciales en la definición laclauiana del espacio ontológico en que el populismo pone en marcha su articulación del pueblo como sujeto político. Más adelante, se observará la deuda contraída por la teoría de Laclau con un conocido antecesor: Carl Schmitt. La revisión del nexo entre el jurista alemán y Ernesto Laclau nos puede ayudar a retrotraernos a un modelo alternativo de construcción de lo político, presentado en este caso por Hannah Arendt y su visión de “lo político asociativo” (Marchart, 2009), contraria a la naturaleza disociativa de la teoría schmittiana. La observación de las bases teóricas de Laclau desde la perspectiva de estos dos grandes pensadores, cuya postura e impacto filosóficos ya han sido definidos y medidos en innumerables ocasiones, nos permitirá alejarnos del ardor de las discusiones contemporáneas en torno al populismo, que frecuentemente se ven enturbiadas por disputas que sobrepasan lo teórico. Esta observación de los fundamentos filosóficos de Laclau desde la obra de Carl Schmitt, así como la revisión de los contornos ontológicos de ambos pensadores desde una perspectiva alternativa, como es la de Arendt, se lleva a cabo con el objetivo de esclarecer las preguntas cruciales que este grupo de trabajo ha planteado. Conscientes de la imposibilidad teórica de ofrecer una respuesta definitiva sobre la continuidad, o posible cohabitación de espacios, entre el populismo y la democracia liberal, este trabajo se dará por satisfecho si, al menos, logra logra contribuir a la formulación de las preguntas fundamentales que pueden orientar tan complejo y estimulante debate.