La teoría política en el cine y a través del cine. La imaginación cinematográfica como forma de educación emocional.

Autor principal:
Jesús Ignacio Delgado Rojas (Universidad Carlos III de Madrid)
Programa:
Sesión 7, Sesión 7
Día: viernes, 9 de julio de 2021
Hora: 09:00 a 10:45
Lugar: Online

El cine es un medio adecuado para pensar la política: la gran pantalla tiene un enorme potencial para narrar historias, movilizar a grandes masas de personas e incluso generar estados de opinión. No sólo fomenta el debate y la crítica sobre un determinado problema social, sino que tiene una gran capacidad para explicar qué es la política y cómo funciona. Como bien expresa Manuel Alcántara (2020), ver películas incorpora procesos de aprendizaje, de socialización y de interpretación individual de lo que se está visualizando en conformidad con la manera de ver el mundo de cada espectador.

Distintos estudios avalan la pertinencia de incorporar en la formación universitaria herramientas didácticas que enriquecen la formación del alumnado (Monson, 2017; Christensen et al., 2008). En el ámbito español, los trabajos de Javier de Lucas y Fernando Flores (dirigiendo ambos la colección Cine y Derecho de Tirant lo Blanch), de Benjamín Rivaya (2021) o de Rafael De Mendizábal (2021) confirman la tendencia de apoyar la docencia en metodologías innovadoras como el cine. En América Latina también se acredita un notable ascenso del empleo de materiales audiovisuales en los estudios politológicos, para conocer, recrear y comprender los problemas de la región (entre otros, Elena y Díaz (1999), Agudelo (2016), Narváez (2012) o el podcast El Derecho por fuera del derecho, valiosa iniciativa de los profs. González Jácome y Parra). Tampoco se puede desconocer el enorme cambio registrado en el siglo XXI en la forma de consumir cine, que pasa del formato de grandes salas al uso individual a través de plataformas en línea bajo demanda, con el consiguiente impacto creciente de series y documentales de temática política (por citar algunas muy pertinentes para utilizar en el aula: House of cards, Game of Thrones, Borgen o The Crown).

El material audiovisual, además de ser arte o entretenimiento, es un instrumento pedagógico y de crítica social. Es idóneo para transmitir a una gran audiencia el conocimiento acerca de una cuestión; y es crítico por no ceñirse a la descripción aséptica de esa realidad: la valora, la recrea de determinada forma y ofrece un punto de vista político-moral sobre lo filmado. El cine hace, recoge y explica, como ciencia social, la política (San Miguel, 2016). El cine es un instrumento básico de la educación para transmitir valores y principios, ya sean los de una democracia (el llamado cine político, por ejemplo, de Costa-Gavras o Ken Loach) o para el adoctrinamiento totalitario (en el caso del cine propaganda de Leni Liefenstahl). No todo cine es político, pero toda película inevitablemente narra hechos que tienen relevancia política.

Este modelo docente pretendería utilizar la cinematografía como excusa (no en sustitución de los textos, pues la enseñanza de la teoría política ha de seguir siendo eminentemente bibliográfica) para desarrollar, a partir de ella, la explicación de un tema jurídico-político en cuestión. Y también a la inversa: utilizar el análisis político para comprobar qué plasmación ha recibido en el cine. El cine, como la literatura, es un buen instrumento para conocer procesos históricos, para acercarse a biografías célebres pero también a crónicas cotidianas del pasado, para desarrollar la capacidad de imaginar otras vidas, de generar simpatía y compasión hacia situaciones de otros (Nussbaum, 1997). En esa medida, el empleo de recursos audiovisuales en el aula, como metodología docente innovadora, abre la posibilidad de generar en el estudiantado una educación emocional adecuada para su formación como ciudadanos críticos y comprometidos.

 

Bibliografía.

Agudelo Ramírez M. (2016). Cine y conflicto armado en Colombia. Medellín: Unaula.

Alcántara M. (2020). Cine y política. En Enciclopedia de las Ciencias Morales y Políticas para el siglo XXI (pp. 143-146), ed. Benigno Pendás y pról. Miguel Herrero de Miñón. Madrid: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y Boletín Oficial del Estado.

De Mendizábal R. (2021). Cine y Derecho. Togas en la gran pantalla. Madrid: Berenice.

Christensen C.M., Horn M.B. y Johnson C.W. (2008). Disrupting Class: how disruptive innovation will change the way the world learns. New York: McGraw-Hill.

Elena A. y Díaz López. (1999). Tierra en trance. El cine latinoamericano en 100 películas. Madrid: Alianza Editorial.

Monson R. (2017). Groups That Work: Student Achievement in Group Research Projects and Effects on Individual Learning. Teaching Sociology, 45(3), pp. 240-251. https://doi.org/10.1177/0092055X17697772

Narváez Hernández J.R. (2012). El cine como manifestación cultural del Derecho. Valencia: Tirant lo Blanch.

Nussbaum M. (1997). Justicia poética. La imaginación literaria y la vida pública. Trad. de Carlos Gardini. Barcelona: Andrés Bello.

Rivaya B. (2021). Derecho y cine en 100 películas. 2ª ed. Valencia: Tirant lo Blanch.

San Miguel Pérez E. (2016). El golpe de Estado de Júpiter contra Saturno. Derecho y poder en el cine. Madrid: Dykinson.

Palabras clave: Cine, docencia, series, política, educación, emociones, imaginación, simpatía.