El ciclo de protestas que se abrió en el año 2011 ha derivado en nuevos marcos y demandas sociales. La finalización del ciclo condujo, en diversos países, a una rápida cristalización electoral de las nuevas demandas que ha modificado sensiblemente el campo electoral. Dos de los casos más significativos han sido los de Syriza y Podemos. Este trabajo se centra en el desarrollo de una tensión en el seno de estos partidos entre movilización e institucionalización. Nuestras conclusiones apuntan a que esta tensión es inherente a la forma en la que emergen este tipo de formaciones políticas y, además, sobre ella se articulan las principales disputas internas, desde cuestiones de cultura organizativa hasta la competición por el liderazgo interno.