La creciente diversidad en las llamadas democracias occidentales ha provocado análisis y reflexiones en torno a las formas de articulación de la convivencia con el 'Otro' (extranjero o minoritario), el cual usualmente parte de una situación de desigualdad. Una vertiente del tema tiene que ver con el respeto cultural (ámbito hegemónico de estudio) y la otra -la estudiada aquí- con la protección, como ser humano, de los derechos y necesidades básicas de un extranjero que no necesariamente es diferente étnica o culturalmente. Mediante una aproximación teórica y haciendo uso de la proximidad semántica de los conceptos igualdad-inclusión/desigualdad-exclusión, se cuestiona el posicionamiento de las tradiciones filosóficas principales (liberalismo y republicanismo) ante al problema de la desigualdad de trato del extranjero en comparación al nativo. Como resultado se concluye que la tradición republicana se adapta mejor al ideal de igualdad de estatus (relacional) que la tradición liberal (distributiva, de recursos), aunque con matices, y que será necesaria mayor profundidad de estudio y uso de fuentes primarias.