Oriente Medio y el Norte de África han ocupado una posición especial en la creación de la política exterior europea, incluso en los momentos embrionarios a principios de los años 70. Es uno de los ámbitos en los que la UE ha construido su “actoridad global” (global actorness) y también uno de los temas donde las divisiones entre sus estados miembros han sido más visibles. Con todo, esta ponencia sostiene que en los últimos diez años estas divisiones no sólo se han hecho más visibles, sino que también han cambiado de naturaleza. En algunos casos, como el de Libia, no sólo no ha habido una posición europea sino que los principales estados miembros han apoyado a grupos rivales y tambié se han lanzando propuestas de mediación concurrentes. Colectivamente sólo se han afrontado algunos de los efectos del conflicto pero no se ha podido actuar sobre las causas. En el caso del conflicto árabe-israelí, un conflicto central para el conjunto de la región y cuyos ecos resuenan en el Norte de África, se ha pasado de la división a la obstrucción. A la luz de estos dos casos, la ponencia identifica qué factores favorecen la división y cómo se gestionan. ¿Por qué esta división es cada vez más profunda? ¿Han cambiado los factores que favorecen la división? ¿Cómo afecta esto a las dinámicas de cooperación y conflicto en la región? ¿Qué soluciones han ofrecido las instituciones o los propios estados miembros para no caer en la irrelevancia?