Seis años después de que la Primavera Árabe sacudiera todo Oriente Medio, la región se encuentra sumida en un clima de inseguridad, incertidumbre e inestabilidad. El statu quo que imperó en la zona durante décadas quebró y ahora las guerras, tensiones entre diferentes países, revueltas populares y la amenaza terrorista marcan las dinámicas locales.

Las transformaciones que están golpeando a este significativo enclave internacional, han provocado que los diferentes gobiernos se vean obligados a diseñar nuevas estrategias en materia de seguridad, defensa y política exterior, generando una reconfiguración de las alianzas y, en algunas ocasiones, produciendo un conflicto de intereses entre Estados.

Las amenazas, riesgos y oportunidades que percibe cada uno de ellos han cambiado aceleradamente en los últimos años, determinando sus comportamientos en cada circunstancia. Es difícil vaticinar una proyección a medio plazo de la situación geopolítica, pero facilitará su comprensión si se analizan los planteamientos de los principales agentes involucrados.