La desintegración de la Unión Soviética supuso una década de declive para Rusia, al tiempo que generó numerosos conflictos en el espacio post-soviético. Pero Rusia comenzó a recuperar influencia a nivel mundial y, sobre todo, regional, a partir del año 2000, con la llegada al poder de Putin y la subida del precio de los hidrocarburos. La política energética ha desempeñado un papel fundamental al respecto. Asia Central, escenario de dos conflictos secesionistas, resulta crucial para los intereses geoenergéticos rusos. Esta ponencia examina y discute el impacto de dichos conflictos en los intereses geoenergéticos de Rusia, en particular desde que Putin llegó al poder. La conclusión es que, en un contexto de dominio ruso del espacio post-soviético y de intervención directa de Rusia en los conflictos secesionistas del Cáucaso Sur y de Europa del Este en defensa de sus intereses geoenergéticos, los dos conflictos secesionistas post-soviéticos de Asia Central (Karakalpakstan y Gorno-Badakhshan) han beneficiado enormemente los intereses geoenergéticos de Rusia.