La asunción de la igualdad de género como un objetivo de las políticas y administraciones públicas tiene ya décadas de recorrido. Desde las primeras actuaciones específicamente dirigidas a las mujeres y los primeros planes de igualdad en los años 80, se ha ido avanzando progresivamente hacia una mayor ambición y hacia incorporar también el impulso de la tranversalidad de género. Parte de la agenda feminista se ha ido traduciendo en leyes, recursos, servicios y cambios organizativos, con un especial impulso en la década del 2000. Sin embargo, la investigación existente -tanto a nivel internacional como en el ámbito español- ha señalado la persistencia de grandes interrogantes respecto a su grado real de éxito: en muchas ocasiones encontramos un creciente compromiso retórico con la igualdad pero con resultados limitados en cuanto a incorporación de la perspectiva feminista en las políticas públicas. En la actualidad, después de casi una década perdida para las políticas de igualdad a raíz de la crisis económica de 2008, sin duda el feminismo ha devenido una cuestión central en la agenda pública, de la mano de la presión ejercido por una emergente e intensa ola de mobilización feminista global. Así, se han abierto recientemente nuevas iniciativas de desarrollo de políticas feministas desde las instituciones; que sin embargo han chocado en el último año con el impacto de la pandemia de la Covid-19. El ámbito local, pese a sus limitadas competencias y recursos, gracias a su proximidad con la ciudadanía ha sido siempre un fértil campo de experimentación e impulso de políticas públicas feministas. Históricamente se han desarrollando servicios de atención a las mujeres, espacios de interlocución con el movimiento feminista, y proyectos culturales, sociales y de todo tipo. Asimismo a partir del ciclo político iniciado por las elecciones municipales de 2015 hemos visto como han proliferado proyectos políticos explícitamente feministas que han actualizado las agendas y los instrumentos de las políticas de igualdad de género, incluyendo una incipiente articulación con programas dirigidos a promover la diversidad sexual y de género que se han desarrollado con frecuencia en el marco de las políticas locales de igualdad. Sin embargo, tenemos pocas investigaciones que sistematicen y reflexionen sobre los avances y límites que se han dado en el nivel local. Con este grupo de trabajo pretendemos acoger investigaciones que contribuyan a aportar luz sobre estas cuestiones.